
Morella Areas Coralista
Su receta coral
Cantar, cocinar y coordinar

P: Morella, ¿qué hacías cuando vivías en Venezuela? ¿Cuál era tu actividad principal?
R: Durante los diez años previos a mi llegada a España, trabajé como asistente ejecutiva del presidente de Farmatodo, Rafael Zubillaga. Gestioné su agenda y funciones ejecutivas, y, además de actuar como enlace con las empresas del grupo, me encargué de organizar eventos sociales y recepciones cuidando cada detalle. Era un rol de alta responsabilidad que desempeñé con total compromiso y visión ejecutiva.
P: Ahora entiendo mejor por qué se te da tan bien organizar eventos: es porque ya tienes experiencia!
R: Por supuesto, sí… yo preparaba los eventos sociales de su casa y los de la empresa, también organizaba las reuniones y actividades corporativas para unir equipos dentro de la organización. Era muy interesante.
P: En ese tiempo, ¿combinabas esa actividad con algún coro o algo que tenga que ver con música?
R: Sí, por supuesto. Desde el año 1986 canté en la Coral del Colegio de Médicos de Caracas, integrada por médicos y familiares; dirigida por Luis Eduardo Galián, nuestro director en Veus Cantants, a quien conozco desde hace más de 40 años! Él tendría unos 27 años cuando comenzó a dirigir la coral de médicos, que luego la absorbió la Federación Médica y yo -por muchísimos años- fui la coordinadora de sus coros.
P: Wow, sorprendente!
R: Recuerdo que Luis Eduardo y Sonia, su esposa, llevaban a sus hijos a los ensayos, eran unos bebés…
P: Según esto, el más pequeño nació escuchando música…
R: Por supuesto
P: Morella, qué te hizo venir a Barcelona?
R: Mi hija mayor quiso venir a hacer un posgrado de otorrinolaringología en Barcelona, y decidió quedarse a vivir aquí (se enamoró de un chico catalán que también es médico) y formar una familia. Cuando decidí vivir en Barcelona fue por el nacimiento de mi tercer nieto, ya que necesitaban que les echara una mano. Luego, mi otra hija, que es economista, también decidió mudarse a vivir en Barcelona.
P: Naturalmente, al tener ellas hijos y tú nietos, todos terminan echando raíces
R: Por supuesto. Cuando llegué a Barcelona en 2013, lo primero que hice fue buscar algo relacionado con la música, porque a mí siempre me ha interesado la música además de la cocina. Entonces formé parte del “Ensamble de Cuatros de Barcelona”, que en ese momento tenía un pequeño coro; estuve con ellos hasta el 2020, justo antes de la pandemia.
P: Interesante…
En 2019, tras un taller sobre la Misa Criolla en Barcelona, Luis Eduardo y yo la estrenamos en la Basílica de la Merced. La acogida fue tan buena que el padre nos pidió formar una coral vinculada a la basílica. Así nació el grupo, con exintegrantes del Ensamble de Cuatros y nuevos cantantes que se sumaron al proyecto. Con el tiempo la coral creció y decidimos ampliar el repertorio más allá del ámbito religioso. Fue entonces cuando nos unimos a Catnova, una asociación que apoya la integración de migrantes, y allí nació oficialmente Veus Cantans de Catnova.
P: Antes mencionaste el tema de la cocina. En Venezuela, esta actividad la tenías como una afición o de alguna manera era una actividad laboral?
R: Al principio, la cocina era algo familiar; no vendía mis platos. Pero al llegar a Barcelona, mi hija mayor empezó a pedirme que preparara comidas especiales para su familia y amigos. Así fui dándome a conocer, y poco a poco comenzaron a llegar pedidos por recomendación. Al ver ese interés creciente, decidí tomármelo en serio y crear mi propia marca: Morella’s Cook. Desde entonces he construido una red de amistades y clientes que siguen recomendando mis platos de boca en boca (el año pasado hice más de mil hallacas!).
P: Madre mía, ¿todo eso sola?
R: Así es, desde octubre hasta diciembre. Es muchísimo trabajo, pero muy grato, y yo
lo disfruto bastante. Mis dos pasiones son cocinar y cantar.
P: ¿Cuáles desafíos te has encontrado al llegar a España?
R: Principalmente el desarraigo de todas mis cosas. Dejar mi cómodo apartamento en Caracas, ciudad donde aún viven dos de mis hermanos, no fue fácil. El desapego fue un reto, especialmente al llegar a una ciudad nueva. Pero una vez que decidí quedarme en Barcelona, asumí el desafío de valerme por mí misma. Poco a poco fui construyendo una red de personas, primero a través de mi cocina y luego también gracias a la música. Así nacieron vínculos importantes, tanto con nuevos conocidos como con compatriotas venezolanos que encontré aquí.
P: ¿Sientes que la música te ha servido para hacer nuevas amistades y vínculos?
R: Definitivamente, porque hoy en día toda la red de amistades dentro de la coral se convierte en una familia y cada uno está pendiente de las necesidades del otro.
P: ¿Sientes la coral como tu otra familia?
R: Por supuesto.
P: Y nosotros en la coral te sentimos, además de lo que dices, como un gran motor…
R: Yo me siento así también. En la coral, soy quien lleva el timón. Me siento muy agradecida por poder aportar mis habilidades organizativas, sobre todo en la planificación de eventos y coordinación de actividades. Soy bastante ejecutiva: cuando surge una idea, rápidamente visualizo cómo hacerla realidad. Si el Director propone, por ejemplo, un festival de coros, enseguida pienso dónde, cómo y con quién. Tengo esa capacidad de transformar ideas en hechos concretos.
P: Eso es fantástico, Morella. Se trata de una gran habilidad.
Gracias, por abrirnos las puertas de tu historia, por tu energía y ese talento natural para convertir cada idea en una realidad. Eres el corazón organizador de la coral.. ¡Un placer escucharte y poder cantar y compartir!